No es el único molesto con dicha actitud de Elías Bendodo, ya que el alcalde de Málaga Francisco de la Torre, también quiso hacerse esa misma foto, pero Elías se cuidó de que no se enterara, prohibiendo expresamente a sus enchufados en el área de seguridad del Ayuntamiento, que avisaran al alcalde. ¡Que se note quien manda en la ciudad! dicen que dijo mientras pedía un taxi para llegar a toda prisa, antes que Antonio Banderas se lo llevara a la casa del guardia a ponerlo cocío de moriles.
Una fuente cercana al proceso mental del de momento presidente del Partido Popular en Málaga nos afirma a condición de mantener su anonimato, que lo hizo para presumir ante una funcionaria de la gerencia municipal de urbanismo que está como un tren y que obviamente no le hace mucho caso, por muy presidente que sea pero que no deja de ser un pagafantas a pesar de los buenos años que ya tiene. Bendodo, no la funcionaria.
Por cierto que Curro Troya, el periodista que destapó la noticia en el diario sur de la capital malagueña ha sido despedido sobre la marcha, pues ya se sabe que no se puede morder la mano que te alimenta. La diputación se deja sus buenos dineros en publicidad, y con la que está cayendo no es plan de perder una importante vía de financiación ahora que apenas se venden periódicos en papel.
Elías Bendodo por su parte ha afirmado que "los demócratas del partido popular somos así" y respecto al mocito feliz, que se deje de historias o lo despide también. Al decirle un asesor que no se puede despedir a alguien que no tiene trabajo, Elías ha ordenado que le den uno de inmediato, y con las mismas lo despidan. Así ganamos tiempo, dicen que dijo.
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